De acuerdo a una leyenda hawaiana la diosa Pele fue una de las primeras deidades en habitar las islas; su llegada se produjo poco después de la de los primeros pobladores.
Ella era una diosa celosa y apasionada quien parecía reflejar la sensualidad de los primeros hawaianos, una cultura que practicaba la poligamia y en la que hombres y mujeres llevaban una vida muy promiscua. Sin embargo, esta primitiva sociedad era dominada por el hombre y regida por un estricto código moral con severos tabúes que ayudaban a los hawaianos a evitar la ira de Pele y de los otros miles de vengativos dioses.
Muchos tabúes reprimían severamente la vida de las mujeres, a éstas les estaba prohibido cazar, tomar las comidas junto a los hombres y hasta cocinar sus propios alimentos por temor a que los contaminaran. Pero lo más extraño era que, en esta sociedad donde las mujeres eran dominadas por los hombres, la deidad más poderosa era la diosa Pele.
Pelé en la mitología polinesia, es una diosa del fuego, el relámpago, el enojo, la seducción, la danza, los volcanes y la violencia.
Afirmaciones de la Diosa:
- “Yo despierto a la Vida”.
- “Comienzo el cambio en mi interior, reconociendo mi poder”.
- “Presto atención a todo lo que la vida me dice”.
- “La pasión alimenta mi vida y se torna creativa”.
- “Reconozco mi verdadero potencial”.
- “Veo las cosas tal cual son”.
- “Tengo el poder para generar los cambios que necesito en mi vida”.
